LA DECADENCIA DE UNA TRISTEZA PINTADA EN UN ROSTRO INERTE

¿Has visto el caminar de las personas?, has puesto atención a tu alrededor y no solamente a tu teléfono?, ¿has levantado la cabeza para ver quienes te rodean?

Es como ser copiloto de un carro, de vez en cuando, si tienes oportunidad el ver hacia afuera, te darás cuenta de muchas cosas que no habías visto por ser piloto, claro que debemos de poner atención al volante cuando manejamos y dejamos por un lado todo lo que rodea en nuestro camino. Lo mismo nos pasa al estar en un modo automático al caminar y solo ver el teléfono, muchas veces solo pasamos canción tras canción, video tras video y sin darnos cuenta de que es lo que está sucediendo en frente de nosotros.

Pero levantaste la cabeza, viste a las demás personas y te diste cuenta de que tú eres uno de ellos, no te fijas en el exterior, solamente en lo que corresponde a nuestra vida, entramos en una espiral de soledad o en algún momento hasta de sentirnos mal con nosotros mismos porque nos enfrascamos en que no hay nada más, eres tú que te ocasionas estos pensamientos…

Claro que existen las situaciones externas y que no tenemos control, pero como nos sentimos y como vemos en la vida, depende de nosotros, ¿claro que es una fruta muy amarga de masticar cuando tienes muchos problemas y te envuelve la situación que sobrepasa tu ser, que puedes hacer en estas situaciones?, a quien piensas acudir si solamente tú te entiendes? ¿Qué cosa más difícil no?

¿Como hacemos para llevar el día? Escuchamos nuestra música favorita, queremos desprendernos de la realidad, buscamos dentro de nosotros mismos la mejor respuesta y muchas veces lo que sucede es que nos rendimos al pensamiento más vago o buscamos el video o distracción más sencilla que alimente nuestro ego o que nos haga más inútiles, perdón que te lo diga, pero alguien tenía que decirlo. Nos hemos vuelto más inútiles o perezosos con nosotros mismos, queremos cambiar hasta que ya no podemos y como nos cuesta nos rendimos cada vez más rápido.

Porque buscamos excusa para tener el mismo rostro de un alma perdida, es que nadie nos va a entender, no encontramos lo que nos hace felices, nos cuesta ver más allá de como sobreviviremos el día, con el avance de la tecnología en vez de alargar nuestra visión se ha acortado a cinco segundos para llenarnos de dopamina y ser felices esos míseros segundos. Si nos quejamos de eso o queremos mejorar nos tachan de tontos o que la ignorancia nos está consumiendo, la realidad es que la imaginación la gana de luchar y injundia existen las llevas dentro, allí están guardadas en algún lugar.

Por miedo o vergüenza no las explotamos, que es lo que te hace falta a ti para explotar, ¿sacar todo lo que llevas dentro? El solo iniciar a hacer algo que no estas acostumbrada, no nos volvamos más tontos de lo que ya somos. Busquemos esa vitamina de acción que nos da esa alegría de estar vivos.

Come, salta, juega, grita diviértete en tu día, levanta la cabeza, luchador, luchadora, ¡tú puedes seguir adelante!