EL GRITO QUE NADIE ESCUCHA
- Juancarlos Gonzalez
- 23 abr
- 4 Min. de lectura

Ese bosque interno que tenemos, basto, con ese color verde tan frondoso o solo con aquellas ramas que sobresalen, no importa como lo veas, puede ser que tu bosque tenga ríos y montañas, porque no; le podemos agregar nieve, cataratas, venados hasta leones si quieres, se puede escuchar a lo lejos los pájaros que conviven dentro de ti, pero no todos los bosques son similares, algunos tan verdes como el nuevo pasto después de llover o tan oscuro como cualquier película de miedo.
Porque será que cada uno nos imaginamos lo peor, te apuesto que pensaste más que el tuyo estaría así de oscuro, seco o tétrico; no podemos estar pensando el peor escenario de nosotros o que si hay un espacio bonito dentro de nosotros en algún momento se volverá malo o en contra de nosotros.
No porque te pase algo bueno de repente vendrá algo malo, claro, no siempre estaremos en la cúspide o todo será color de rosa en el transcurso de nuestra vida, pero la situación en que estemos no estará ni será permanente, dependerá de cada uno de nosotros como queremos tener ese bosque.
Eso es lo bonito del monte, la hierba o el pasto como sea que lo conozcas mejor, tienes las herramientas para cortarlo y hacer tu propio camino abriendo brecha entre todo eso que llamas vida.
Es momento de hacer algo diferente, cambios siempre hay, momentos difíciles igual, no puedes cambiar el trayecto del viento, pero si puedes ajustar tus velas, dicho que lo escuche de un niño de once años, si, ¡ONCE! ¿Entonces si el ya entendió el rompecabezas y rompió las reglas del bosque, porque nosotros no hacemos lo mismo?
La materia de acuerdo con la física no se elimina solo muta, no hay forma que te desintegres, solo cambias tu estado, por lo tanto, todo dentro de ti lo puedes transformar, no es fácil, no es sencillo, no es de inmediato, para nada, los cambios no son para los débiles y si estas leyendo esto tú no eres parte de ese grupo, por lo que sé que lograras realizar los cambios.
Oh, ¿pero ¿cómo haces el cambio?, donde inicias?, ¿qué hago?, como lo haces? Tantas preguntas y tan pocas respuestas que existen, ese es el mayor problema que tenemos todos, nos dicen que debemos y tenemos que ser mejores, pero no nos dicen como, si das un paso adelante; si antes te dirigías a la izquierda, pero ahora vas a tomar camino a la derecha entonces estás haciendo un cambio.
Si antes no leías ni el periódico, inicia con algo pequeño, porque vas a iniciar con el infierno de Dante, eso es como tirarte al mar sin siquiera haber probado a meter los pies en agua salada.
Y no por empezar a chapotear en la orilla ya serás el siguiente campeón olímpico de nado; todo tiene su tiempo, su forma, Dios en su eterna sabiduría creo lo que conocemos en siete días, no lo hizo de inmediato, el universo mismo necesita tiempo para crear una supernova, una galaxia, nuestro planeta sufrió muchos cambios antes de ser el hogar de nosotros, si todo esto llevo su debido tiempo para ser una maravilla ante nuestros ojos, porque tú no te tomas tu tiempo para hacer los cambios, recuerda es tu patio interno, esa planta o rosa que te imaginas es el primer paso para crear tu propio bosque dentro de ti.
Claro que tiene que ver mucho el entorno que nos rodea, no le puedes pedir a otra persona que se imagine el mismo bosque que tu piensas o que quieres obtener, no todos estamos en las mismas circunstancias o momentos de la vida; lo que si podemos hacer es brindar una mano para ayudar a las personas que necesiten que su planta sea regada de vez en cuando.
Ese grito que tú tienes, lo tienen también las demás personas, lo que nos toca es poder ayudar a regar con una simple sonrisa puedes ayudar a mejorar el día de cualquier persona, ojo no te estoy diciendo que como loco o como loca sonriamos a todo mundo en la calle, no, lo que trato de decir es que puedas darte cuenta de que no solo eres tú la que está gritando, pero si estas mejor que otras personas también la mejor forma de crecer y cambiar es obteniendo el agradecimiento de los demás.
Cierto que antes de ayudar a alguien más debemos de ayudarnos primero, pero eso sería estar en un ciclo vicioso de nunca acabar, no me siento bien hoy entonces no ayudo a nadie, que se joda el mundo!, primero mis dientes y luego mis parientes dicen por allí, pero si todos pensáramos así en ningún momento recibiríamos un gesto de amabilidad o de cariño que esto nos ayuda a transformar nuestro día, claro pero porque no podemos también cambiarlo pensando de forma optimista y positiva para nosotros mismos y contagiar de nuestra buena vibra a los demás, oh ya veo, tienes miedo que te tachen de raro o rara.
Si no hacemos un cambio, nos quedaremos igual y nuestra voz jamás será escuchada y tú también te harás de oídos sordos cuando veas que alguien está gritando en su bosque.
No es tan difícil, solo es de dar el pequeño paso que te comenté. Así que es momento de iniciar el maratón, que los cambios se noten, que la injundia de tu grito se escuche y que tu bosque crezca como un lindo paisaje que a ti te guste como se ve.
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