LA FIGURA DEBAJO DE LA BLUSA

La lucha eterna de la figura perfecta no importando el color de piel, ha estado, esta y seguirá siendo la discusión interna de cada uno y cada una, no dándose cuenta que para ojos externos no importando como te encuentres siempre habrá alguien que admire la belleza al pequeño descubierto de piel.

Tanto de ambos lados siempre se busca el robar las miradas y ser el centro de atención, seda, satin, algodón o lino; blancos, negros o el color que prefieras serán tus armas para lograr dicha fechoría. No es de extrañar que el diablo está en los detalles. No me refiero únicamente a la ropa interior de cada uno, si no también podemos mencionar algún artilugio que te haga resaltar lo atractivo o atractiva de tu figura.

Seamos honestos, la piel nos atrae, ese morbo de atracción del sexo opuesto nos vuelve locos, ¿cuál es el problema?, te diré; es que no tienes la confianza suficiente para creerte en este momento, el ahorita, el como te encuentras en este instante, es simplemente fabuloso; que no hay palabras para describir lo bien que estas, claro si quieres subirte los ánimos; esfuérzate para lograrlo, si quieres verte mejor porque no, ¿quién te lo impide?, lo único que te limita a todas estas acciones eres tu mismo o tu misma.

Algunas personas dirán que es difícil el verte al espejo y cambiar de forma de pensar hacia ti, la realidad es sencillo, pero lleva su tiempo, allí es donde radica el tema de la dificultad. El tiempo en que te lleva a ti mismo convencerte que estas bien y que puedes mejorar, puedes poner cualquier excusa cual mentalidad que te empuja a pensar negativamente, no te dejes vencer por esa sombra que asecha.

Nadie es igual a nosotros, que nuestra barra o standard de belleza no sea la que nos han vendido, si todos fuéramos iguales o pensáramos igual que aburrido seria, no habría espacio a la mejoría o a la imaginación. Nada como ver a nuestra figura cual fue enviada a este planeta libre de toda atadura de tela, gocemos el momento de poder vernos y apreciar las cicatrices que la vida nos a dejado huella, experiencias que se comparten con la persona quien nos la dejo, besos invisibles que aun persisten en el lugar donde fueron puestos pero no olvidados, aquellas arrugas que en algún momento levantaron suspiros, curvas que aun pueden atrapar miradas, como también músculos que todavía son soporte y conforte para algunas lágrimas.

Que nuestro cuerpo sea nuestro estandarte un modelo a seguir, no porque lo adornemos con falacias de belleza, si no que demostremos la felicidad de quienes somos y como estamos, el tiempo pasa y hasta el hierro mas fuerte se oxida; pero de ese hierro mismo se pueden crear obras de arte aun estando oxidadas llaman la atención.

Que el espejo se convierta en tu mas fiel amigo y no tu enemigo, que puedas admirarte deteniéndote en cada espacio de tu cuerpo y decir ese o esa soy yo, una especie única en extinción porque la belleza real solo se encuentra con lupa.